miércoles, 26 de febrero de 2014

"Pus" de Luis Borja

LA POESÍA UNA ENFERMEDAD CUTÁNEA 

¿Es la poesía una enfermedad cutánea? Tras la lectura de Pus uno piensa que no sólo lo es, sino que en ella misma está su propio tratamiento. 

Los versos de Luis Borja parten directamente de la psoriasis pustulosa del alma, de las lesiones escamosas e inflamadas de la existencia, de la realidad piogénica del ser, lo cual los convierten en muestras fehacientes de esa enfermedad hereditaria de la epidermis existencial que ha afectado a ilustres enfermos que van desde Villon a Rimbaud o desde Artaud a Leopoldo María Panero. No en vano las citas iniciales que inauguran las dos partes en que se divide el poemario de Borja (“Células muertas” y “Pus”) son del maestro Panero. Nadie que haga de la poesía una cuestión vital y, además, sea capaz de aunar el temblor de la vida con el de la página podría sustraerse al poderoso influjo del gran poeta maldito; así, el homenaje de Luis Borja es patente en numerosos guiños: la imaginería y la simbología que con voluntad recurrente atraviesan la obra (el sapo, la rosa, el gusano, la hez, la ceniza…); la actitud radicalmente rebelde que afecta a todos los estratos del lenguaje; la invocación de temas afines (la muerte, el dolor, la metapoesía e, incluso, aunque sea de forma velada, la infancia)… Pero Pus no constituye, ni mucho menos, un mero tributo a Leopoldo María Panero; todo lo contrario, va mucho más allá: integra hábilmente esos guiños al admirado poeta para hacerlos formar parte, como un recurso más, de su propio y personal discurso poético, fundamentado en el versolibrismo y en una temática esencialmente amorosa y metapoética, que parte de su experiencia vivencial.

La herida purulenta del amor y su efecto autodestructivo late en el fondo de este poemario. El YO lastimado del poeta se dirige a un TÚ tan omnipresente como inaccesible, y su llanto alborotado “se desliza como una herida sobre la tierra/ como una cicatriz sobre tu cara”. El TÚ de Pus poco tiene de romántico, tampoco es el TÚ de Neruda - aunque le brinde un gesto irónico: “Me gusta cuando callas porque estás como muerta” -, ni menos el de Salinas; es un TÚ que inspira sentimientos de odio y desesperación, que aboca a la destrucción y al aniquilamiento mutuo: “YO QUE SOY UN GUSANO PUEDO LLEGAR A PODRIR TU ALMA/ TANTO COMO LA MÍA”. La tipografía mayúscula de estos versos, como la de otros, enfatizan la virulencia del mensaje. El odio que flagela el alma del poeta es proyectado a su amada, de tal modo que perfora todos sus días y hasta la desea muerta: “Tiro las cenizas sobre tu cara/ te escupo y mueres (…)/ pero he de morir yo también”. Pero consciente de que con la muerte de ella muere también él, le pide, al igual que en la canción “Crystal Ship” de Jim Morrison, que lo bese antes de caer en la inconsciencia: “BÉSAME QUE SE TE ACABA EL TIEMPO Y TU GRITO DE/ MUERTA LO AHOGA LA NOCHE”. El poeta prevé su muerte, pero el “rey muerto” no es sino un cadáver ávido de caricias: “poco a poco/ con tus caricias se me caen las escamas/ y es ahí cuando encogido como un feto/ me hundo en el hueco de tu mano…”. Sumamente revelador en ese sentido es el desgarrado poema de arrepentimiento que clausura el libro – como si de un canzonière moderno se tratara -, dirigido en esta ocasión a su madre, en el que nos muestra cómo mientras ella acaricia su “mano fría, diciendo que todo va bien”, también lame el pus que sale de su cabeza con su beso sereno. La caricia de la madre no le hace olvidar el pus de la existencia, por ello escribe sus agónicos versos: “mamá te gusta cómo escribo mi muerte?” 

La materia purulenta de la vida sólo puede hallar su homónimo deseo de ser en la escritura, y en esto sí que Borja está profundamente emparentado con Panero, pues ambos identifican quehacer poético y existencia: “Abierta la herida/ el poema se desangra.” 

No hay, no existen suficientes apósitos para curar las heridas en la piel de la existencia, sólo el buen poeta cuando las siente –bendito su don- cuenta con el remedio de recrearlas y objetivarlas en el papel, hacerlas extensibles a todos y diluirlas en una suerte de gozosa lectura. En ese sentido Luis Borja se nos revela como un excelente dermatólogo y Pus, el tratamiento ideal. 

Joaquín Piqueras 
Poeta español 


Selección de poemas del libro 
"Pus" de Luis Borja



VI. 

Estar allí anidado como ropa vieja 
como baúl donde las polillas se comen todo:
los sesos, los poemas viejos, las sonrisas y las maldiciones 
Ese diálogo entre dios y uno
entre dios y su sonrisa irónica 
Es el momento donde las metáforas se vuelven cansadas, 
mudas, tristes, pesadas. 
Es ese momento 
donde todos los poemas se vuelven un grito blasfemando tu 
nombre 
ese momento donde el poema se vuelve un disparo.



COSAS QUE EL (A)MOR-DIO

Al primer amor
le regalé mis labios envueltos en un papel sencillo
se reía como loca y cantaba como sapo
le regalé mis labios que eran dos rosas tiernas
le regalé mis boca para que la mordiera
A mi segundo amor
le regalé mis letras estaban fosilizadas como una rosa plástica
le regalé mis poemas para que se limpiara el culo
Asombrada
ella me miraba como un búho
hasta que le saque los ojos y me hice un collar de ellos
Mi segundo amor se reía como un gato: con su mutismo me hacia calaveras sobre la frente.
A mi tercer amor le regalé mi semen
un nido de pájaros para su garganta pero se la corte para que no cantara
le regalé un pez una sanguijuela y una alfombra de huesos
le regalé parte de mi vida…
por eso la maté
no podía darle algo tan perfecto como mi pudrición
A mi cuarto amor le regalé la luna
la cogió entre sus brazos y la escondió entre sus senos y se fue
Desde entonces todo está negro
ya no hay noches sencillas
ni sapos que rían
ni dioses que crean
Ya no hay poemas
ya no hay cartas
A mi cuarto amor le regalé todo
hasta esa forma de quitarme la vida
Desde entonces me volví un gusano
y ahora infecto la sonrisa de Dios cuando busca su mundo.


PRIMAVERA DOWN 

I

Camino y parto el lomo de esta tierra que me traga
camino y escucho tu voz que sucumbe entre los pájaros
perdida entre el pico que canta tu nombre
y conoces con tu rayo de luz el color de la inocencia
el lenguaje de esa mano que recoge las últimas estrellas de la noche
y bebes el amor húmedo que te regalan las flores
Me miras
rasguñando el color de mi piel
y creas vida con tu boca llena de luna muerta
y es que el amor de tu boca desnuda de colores las flores ofreciendo aromas frescos
entre sus piernas de papel.
Imagina
tu cuerpo virgen con su nombre de niña: lilas ofrecidas sobre los montes.
Rellenarás de flores los senos que la tierra muestra cuando las horas muten su vientre
y renacerán de ella con un grito de colores sobre tus cabellos de algodón el cuerpo de
una niña que despierta
Y todo comienza como un bostezo

II

La tierra me sonríe con sus dientes de colores
y en mis ojos se desnuda tu cuerpo de amapola virgen
ahora resuena tu mano
tu mano que era un pájaro abrazado a mi pecho
tu mano que volaba como el silencio de las flores
Niña piel de manzana que en el aire desnuda su deseo
es tu voz el susurro de las abejas
un enjambres de nubes
niña menguante de luna
vamos ven y cubre tu cuerpo de sangre
que el sol es una vena rota en tus brazos celestes
mira que tu cuerpo ofrece praderas eternas
y nacen en ti los árboles
que besan el pecho de tu cuerpo celeste
vamos desliza tu amor de carne sobre esta tierra que te llama
vamos despliega de tus dedos mariposas perdidas
vamos deja caer tu suspiro de vida florida que el amor nos bebe a lo lejos.

III

has crecido
y con tu cuerpo esta psicodelia de flores se me ofrece fusilando mis ojos
busco atrapar tus senos como orquídeas floreciendo
en este manto de colores extendiéndose
busco tu mano
busco tu pecho relleno de alcanfores y marimbas...


Titulo: Pus
Autor: Luis Borja
Colección: Tripa Chuca
Arte exterior: Alejandro Marre
ISBN: Pendiente
Fecha de publicación: Agosto 2014









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